Aunque la enfermedad de Alzheimer no es curable, tiene gran impacto en la salud de pacientes y familiares, por lo que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) cuenta con tratamientos específicos que retrasan su progresión y brinda atención integral para tratar síntomas asociados a sus diferentes etapas, informó la Neuróloga Cecilia María Acosta Murillo, de la Clínica de Especialidades en Neuropsiquiatría “Tlatelolco”.
Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, la especialista señaló que se trata de la patología neurodegenerativa más frecuente en el Issste; la Secretaría de Salud federal estima que un millón 300 mil personas en México la padecen y la mayor incidencia se da a partir de los 65 años.
Refirió que el síntoma principal es el trastorno de memoria “debido a que lamentablemente se van perdiendo neuronas en una parte del cerebro y al no poder controlarla, el paciente irremediablemente tiene una progresión que lo limita de forma importante, y en etapas avanzadas lo lleva a una dependencia total”.
Esta enfermedad, agregó, también se acompaña de otras alteraciones en las funciones mentales superiores como el lenguaje, la capacidad para hacer actos motores que antes se hacían de forma regular. Por lo tanto, estos problemas llegan a causar impacto en limitaciones progresivas para las actividades de la vida diaria.
Al tener los pacientes esta dificultad para valerse por sí mismos, la persona cuidadora se vuelve factor fundamental para su supervivencia. Recordó que la mayoría de ellas en México son mujeres; particularmente, quienes están a cargo de personas con Alzheimer tienen alto riesgo de presentar síndrome de desgaste del cuidador.
Por ello, enfatizó, es muy importante que a la par de tratar al paciente, se brinde a la persona encargada la atención y orientación en cada etapa para que pueda tejer redes de apoyo y no se encuentre sola, porque el Alzheimer es una enfermedad crónica, no mortal por sí misma y las complicaciones y deterioro del paciente los enfrentará el cuidador, por lo que es muy importante velar por su integridad.
Comentó que, en la etapa inicial del padecimiento, “cuando todavía tenemos cierta funcionalidad, ofrecemos al paciente terapias para coadyuvar a preservar las funciones mentales por el máximo tiempo que sea posible, consisten en que el paciente realice ejercicios de gimnasia cerebral”.
Al cuidador, detalló: “Lo sensibilizamos para fortalecer su autocuidado físico y mental a través de que se mantenga tranquilo, tenga eficiente gestión del estrés, haga ejercicio, lleve una dieta saludable, descanse adecuadamente y se apoye en otros familiares o amigos para compartir la responsabilidad del paciente”.
En cuanto al tratamiento, la especialista destacó: “Se han desarrollado moléculas que están enfocadas en tratar de disminuir la progresión de la patología, sobre todo de la pérdida de memoria. Son un grupo de medicamentos especiales denominados anticolinesterásicos, avalados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Es lo que estamos ofreciendo en esta Clínica de Neuropsiquiatría del Issste”.
Además, tenemos todos los tratamientos relacionados con las diferentes etapas. Hay que considerar que el paciente puede caer en depresión, ansiedad, dificultades para dormir, trastornos de hipomotilidad y caídas frecuentes; el enfoque también está en tratar y controlar estos síntomas”, puntualizó.
En cuanto a las acciones para prevenir el desarrollo del Alzheimer, explicó que “diversos estudios realizados a nivel mundial han demostrado, por ejemplo, que una actividad física regular en un paciente o una persona cualquiera, pueden disminuir la posibilidad de padecer una enfermedad como Alzheimer. Entonces sí es verdad, podemos reducir riesgo a través de mantener a lo largo de la vida una buena alimentación, un estilo de vida sano y hacer ejercicio regularmente”.
En el caso de Alzheimer, el único signo de alerta que puede convertirse en foco rojo son los trastornos de la memoria. “La recomendación preventiva a las personas es que cuando tengan este trastorno persistente, que tenga cierto impacto en la vida diaria y se mantenga por más de seis meses, soliciten valoración médica”, concluyó.
Para saber más…