En el marco del Día Mundial de la Esquizofrenia, próximo a celebrar el 16 de agosto de 2022, es pertinente hablar sobre este trastorno que afecta a personas de todas las edades.
La esquizofrenia se define como una alteración en el funcionamiento cerebral. El cerebro contiene miles de millones de neuronas, o células nerviosas, cada neurona tiene ramificaciones o terminales que transmiten y reciben mensajes de otras neuronas.
Estas terminales producen sustancias químicas llamadas neurotransmisores, que llevan los mensajes de la punta de una terminal hasta la punta de la otra. En el cerebro de los pacientes con esquizofrenia, existe una alteración en este sistema de comunicación.
Los médicos describen los síntomas de la esquizofrenia como “positivos” o “negativos”. Los síntomas causados por la enfermedad como alucinaciones o delirios, son los llamados síntomas positivos. La pérdida de motivación o energía, indiferencia, inactividad, aislamiento se llaman síntomas negativos.
Los síntomas más característicos de la esquizofrenia son:
- Pensamientos desordenados: Dificultad para ordenar los pensamientos, para concentrarse o recordar cosas.
- Creencias falsas: Ideas erróneas de persecución, daño, etc.
- Alucinaciones: Oír, ver u oler cosas que no existen.
- Negación: Falta de reconocimiento de la enfermedad.
- Sentido de sí mismo alterado: Percepción falsa de su cuerpo.
- Cambios emocionales: Alteración de las emociones, ausencia de expresión facial, cambios de comportamiento repentinos.
- Retraimiento: Aislamiento del mundo que le rodea.
- Depresión: Sentimientos de desesperanza, impotencia, tristeza.
Actualmente se habla de un trastorno orgánico (bioquímico). Existe una sustancia química en el cerebro llamada dopamina. Se piensa que en el cerebro de los pacientes con esquizofrenia se produce un exceso de esta sustancia, y que este exceso da por resultado los síntomas característicos de la enfermedad.
Además del trastorno orgánico, se ha encontrado que la susceptibilidad a la esquizofrenia es parcialmente heredada. Es más probable que se presente la esquizofrenia en personas que tengan un pariente en primer grado afectado.
La evolución de la enfermedad es diferente en cada caso. Un pronóstico seguro no es posible. Sin embargo, se puede observar mejoría incluso en casos de enfermedades prolongadas durante años.
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Los síntomas pueden, en poco tiempo, variar, aumentar o disminuir, desaparecer o ser sustituidos por otros. Un 60 % de los pacientes pueden vivir la mayor parte del tiempo fuera del hospital. Tendrán algunas dificultades o alteraciones por lo que necesitarán ayuda temporal o constante.
El manejo de la esquizofrenia requiere de tratamiento médico y rehabilitación psicosocial. Las medicinas pueden ayudar a controlar algunos de los síntomas, y en ciertos casos puede ser necesaria por lo menos una corta estancia en el hospital. Algunas personas se recuperan bien y pueden llevar una vida normal; pero es frecuente que otros tengan problemas continuos con los síntomas y necesiten seguir tomando medicamentos durante mucho tiempo, y quizá durante el resto de su vida.
En general, las crisis se presentan debido a la recurrencia de síntomas agudos de la enfermedad. A menudo suceden cuando el paciente está sin medicamento, aunque pueden presentarse en otras circunstancias. Por lo tanto, es común que el paciente presente alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento y/o alteraciones del comportamiento y la emoción y que esta situación alarme a la familia tanto como al paciente.
En estos casos se recomienda que acuda al médico para seguir un tratamiento y cabe la posibilidad de que el paciente necesite ingresar al hospital. Para crear una atmósfera que favorezca el tratamiento se sugieren las siguientes pautas:
- Recuerde que es imposible razonar frente a una crisis aguda.
- No muestre irritación o enojo; mantenga la calma y control.
- Disminuya de inmediato otras distracciones: apague la televisión, el radio, etc.
- Con calma pida a los presentes (amigos, familiares, etc) que se retiren. Hable tranquila, firmemente y con sencillez.
- Manifieste comprensión, frente a lo que el paciente está experimentando.
- Si la crisis es violenta, es posible que no haya tiempo de seguir las estrategias anteriores, no dude en llamar al hospital o a su médico.
Ya que rara vez se puede predecir una crisis, es necesario recopilar los nombres y números telefónicos de todos los que pueden ayudar de alguna manera y tenerlos a la mano cuando sea necesario.
El paciente y la familia necesitan ayuda para enfrentarse a la enfermedad, es más fácil convivir con la enfermedad si:
- Se acepta la enfermedad tal como es.
- Se recibe información objetiva.
- Se sigue el tratamiento médico adecuadamente.
- Se lleva con regularidad un control médico.
- Se asiste a un grupo de apoyo periódicamente se evita el aislamiento del paciente.
DZ
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