Mientras el número de contagios y muertes por COVID-19 crece en países de América Latina como Brasil o México, Uruguay mantiene sus números a la baja, con una estrategia diferente a la del resto del mundo.
Las medidas de distanciamiento continúan, pero después de casi 5 meses desde que se detectó el primer caso de coronavirus en el país, su relativamente bajo número de contagios y de muertes ha permitido comenzar a abrir su economía.
Uruguay decidió tomar una postura diferente al resto de los países de América Latina en la lucha contra el coronavirus. El gobierno de Luis Lacalle Pou optó por una estrategia cuidadosa, enfocada en equilibrar salud y economía. Así, evitó la cuarentena obligatoria y apeló a la responsabilidad de la población. Esa estrategia dio buenos resultados: los contagios se han mantenido a la baja y la economía se ha visto menos afectada en comparación con los países vecinos.
Te puede interesar:
Gobierno capitalino actualiza lista de colonias con más casos de COVID- 19
Los primeros casos confirmados de coronavirus se conocieron en dicho país el 13 de marzo. El mismo día el gobierno declaró la emergencia sanitaria y anunció las primeras medidas: se suspendieron las clases, los eventos masivos, las actividades no esenciales y se ordenó el cierre de fronteras. A la vez, el presidente lanzó la “Operación Todos en Casa”, para repatriar a los uruguayos que quedaron varados en el exterior en medio de la pandemia.
Por otro lado, el gobierno evitó declarar cuarentena obligatoria, apeló a la responsabilidad de los ciudadanos, recomendando limitar las salidas a la calle. De esa forma, se continúo con la actividad laboral.
SGR
Te puede interesar:
Rusia pretende aprobar vacuna contra Covid-19 en agosto
Gobierno firma convenio con la ONU para adquirir insumos médicos