Un primer ensayo en humanos de estimulación cerebral profunda (ECP) para pacientes en rehabilitación tras un accidente cerebrovascular realizado por investigadores de Cleveland Clinic ha demostrado que el uso de ECP dirigida al núcleo dentado – que regula el control fino de los movimientos voluntarios, la cognición, el lenguaje y las funciones sensoriales del cerebro – es seguro y factible.
El ensayo EDEN por sus siglas en inglés (Estimulación eléctrica del núcleo dentado para la hemiparesia de las extremidades superiores por accidente cerebrovascular isquémico) también muestra que la mayoría de los participantes (9 de 12) demostraron mejoras tanto en el deterioro motor como en la función. Es importante destacar, que el estudio demostró que los participantes con al menos una preservación mínima de la función motora distal en el momento de su inscripción, mostraron ganancias que casi triplicaban sus puntuaciones iniciales.
Los resultados se han publicado en Nature Medicine.
Estos hallazgos se basan en más de una década de trabajo preclínico dirigido por los investigadores principales, el doctor en medicina Andre Machado, y el Dr. Kenneth Baker, de Cleveland Clinic.
“Estos resultados son tranquilizadores para los pacientes, ya que los participantes en el estudio llevaban incapacitados más de un año y, en algunos casos, tres años tras el accidente cerebrovascular. Esto nos brinda una oportunidad potencial para introducir mejoras muy necesarias en la rehabilitación en las fases crónicas de la recuperación del accidente cerebrovascular”, afirmó el Dr. Machado, Presidente del Instituto Neurológico de Cleveland Clinic. “Las implicaciones en la calidad de vida de los participantes en el estudio que respondieron a la terapia han sido significativas”.
El Dr. Machado patentó el método de ECP en la recuperación del accidente cerebrovascular. Boston Scientific posee la licencia de esas patentes y proporcionó los sistemas Vercise DBS utilizados en el ensayo. En 2010, Cleveland Clinic Innovations creó Enspire DBS Therapy, Inc, una empresa de la cartera de Cleveland Clinic que comercializa tecnología desarrollada en Cleveland Clinic para comercializar el método y cofinanció el estudio. El Dr. Machado tiene opciones sobre acciones y derechos de propiedad de Enspire y es el director científico.
“Vimos que los pacientes del estudio recuperaban niveles de función e independencia que no tenían antes de inscribirse en la investigación”, dijo el Dr. Machado. “Se trataba de un estudio más pequeño y esperamos ampliarlo, ya que hemos iniciado la siguiente fase”.
Te puede interesar…
En el ensayo EDEN (Estimulación eléctrica del núcleo dentado para la hemiparesia de la extremidad superior debida a accidente cerebrovascular isquémico), ya finalizado, participaron 12 personas con hemiparesia crónica de moderada a grave de la extremidad superior como consecuencia de un accidente cerebrovascular unilateral de la arteria cerebral media entre 12 y 36 meses antes. No hubo complicaciones importantes a lo largo del estudio. Nueve de los 12 participantes mejoraron hasta un grado que se considera significativo en la rehabilitación del accidente cerebrovascular.
Cada participante se sometió a una intervención de ECP, que consistió en la implantación quirúrgica de electrodos en una parte del cerebro llamada cerebelo. Una vez conectados a un dispositivo similar a un marcapasos, los electrodos se utilizaron para administrar pequeños impulsos eléctricos que ayudaran a las personas a recuperar el control de sus movimientos. Tras el alta y la recuperación de la operación, los participantes completaron meses de fisioterapia, primero con el dispositivo de ECP apagado durante varias semanas y luego encendido durante cuatro a ocho meses. Fue después de encender el dispositivo cuando se observaron las mejoras más significativas.
“Los datos de seguridad y viabilidad de este estudio inicial, combinados con las posibles mejoras sintomáticas, respaldan sin duda la necesidad de realizar ensayos adicionales de mayor envergadura para comprobar si la ECP cerebelosa es realmente un tratamiento potencial para el deterioro motor tras un accidente cerebrovascular”, afirmó el Dr. Brooks Gross, Director del programa del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.
El accidente cerebrovascular es la principal causa de discapacidad a largo plazo. En 2021, la enfermedad vascular cerebral ocasionó más de 37 mil decesos en México. Aunque la mayoría de los pacientes sobreviven a la fase aguda, es probable que los problemas neurológicos persistentes pongan en peligro la calidad de vida y la productividad, ya que aproximadamente el 50% de los supervivientes siguen presentando discapacidades graves que requieren asistencia para las actividades cotidianas.
“Actualmente, no existen métodos eficaces para mejorar los resultados de la rehabilitación física de los cientos de miles de supervivientes de accidente cerebrovascular”, afirmó el Dr. Baker, del Instituto de Investigación Lerner de Cleveland Clinic. “Los resultados del estudio revelaron que la estimulación cerebral profunda, combinada con fisioterapia, mejoraba el movimiento en pacientes que habían sufrido un accidente cerebrovascular hacía más de un año y cuyas mejoras motoras se habían estancado en gran medida. Esto nos dice que el estudio merece seguirse investigando en muestras de pacientes más amplias”.
Para saber más…