Prevenir el suicidio es posible, si aprendemos a identificar signos de alerta y apoyamos a quienes están en riesgo, recordó el Subdirector Médico de la Clínica de Especialidades en Neuropsiquiatría de la Subdelegación Médica Regional Zona Norte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Fernando Pineda Marín; quien precisó que en México es la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, aunque también afecta a personas adultas mayores.
Que una persona exprese reiteradamente frases como: “sería mejor si me muriera”, “quisiera dormirme y ya nunca despertar”, o incluso diga abiertamente que desea quitarse la vida, son signos de alerta que debemos escuchar porque podríamos salvar una vida, señaló el especialista.
Otros indicadores de alarma, indicó, son la desesperanza —cuando expresan esta sensación de ya no poder seguir o de que las situaciones no van a mejorar—, y si a estas expresiones se suma que la persona ya intentó anteriormente quitarse la vida, el riesgo es aún mayor.
Los intentos de suicidio pueden estar asociados a enfermedades psiquiátricas como: trastorno depresivo mayor, bipolar, de personalidad, de consumo de sustancias y esquizofrenia, entre otros, pero hay más.
También, se relaciona con enfermedades no mentales como el cáncer o enfermedades terminales, que en ocasiones pueden llevar a estos estados de desesperanza.
Entre 10 y 15% de todas las personas que intentan o logran quitarse la vida pueden hacerlo de manera impulsiva como reacción ante una situación muy estresante, sin pensar en la consecuencia, señaló.
¿Cómo ayudar a una persona en riesgo de suicidio?
El psiquiatra del Issste, Pineda Marín, recomienda: “La primera medida es escuchar, validar las emociones que expresa la persona. No tomar sus comentarios con desinterés, no restarles importancia y, muy importante, no ignorarlos ni juzgarlos, sino más bien mostrar empatía”.
La segunda sugerencia es orientarlos y apoyarles para acudir a alguna valoración médica inicial, o si es posible, con profesionales de la sicología o psiquiatría para dar una intervención más apropiada.
En el caso de que la persona, de manera muy clara, exprese una ideación suicida, habla de cómo hacerse daño o se percatan de que está elaborando alguna carta póstuma, tal situación amerita tomar acción inmediata, como “quedarnos con esa persona, no dejarla sola, llamar a algún servicio de urgencias y buscar trasladarle a un área de atención especializada; son momentos cruciales en que podemos salvar una vida”.
A través del Programa Institucional de Salud Mental, a cargo de la Subdirección de Prevención y Protección a la Salud de la Dirección Médica, más de 114 hospitales del Issste en el país cuentan con áreas de atención a problemas mentales y adicciones, donde se han brindado más de dos mil atenciones en lo que va de 2023.
Además, se implementó la Guía número 20 de manejo integral de urgencias en salud mental: Código Morado en unidades médicas del organismo, la cual consiste en promover la disponibilidad de personal capacitado para identificar, intervenir y dar apoyo primario a pacientes con este tipo de crisis.
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