Los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la formación de la percepción sobre el suicidio, por lo que es indispensable que profesionales de la información cuenten con conocimientos necesarios para promover entre quienes tienen ideas suicidas la búsqueda de ayuda y reducir el estigma, coincidieron expertas de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de la Secretaría de Salud.
En el “Curso de sensibilización para el manejo de información sobre el comportamiento suicida en medios de comunicación”, que se lleva a cabo los días 2 y 3 de septiembre, personal de Conasama proporciona estrategias para el manejo adecuado de la información y para promover la prevención y reducción del estigma asociado.
Durante su participación en esta sesión de capacitación, que se lleva a cabo de forma virtual con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre, la responsable de capacitación del Programa Nacional de Prevención del Suicidio, Valeria Stephanie Ríos Avilés, precisó que en este tema se debe evitar el sensacionalismo, ofrecer información equilibrada y constructiva, utilizar lenguaje sensible y evitar términos estigmatizantes.
Se refirió a los mitos alrededor del suicidio, es decir, creencias erróneas que, al ser ampliamente difundidas y aceptadas, se convierten en barreras que impiden a las personas en riesgo recibir ayuda necesaria y obstaculizan esfuerzos por prevenir este grave problema de salud pública.
Ejemplificó con la frase: “el que se quiere suicidar no lo dice”. En esta creencia hay un criterio equivocado, ya que conduce a no prestar atención a las personas que manifiestan la idea de cometer este acto, puntualizó.
En tanto, el criterio científico refiere que de cada 10 personas que se suicidan, nueve manifestaron claramente su propósito, y la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida.
Destacó que algunos de los signos de alarma son: llanto inconsolable; tendencia al aislamiento; amenazas suicidas; deseos de morir; desesperanza; cambios de conducta, afectos y hábitos; aislamiento, consumo excesivo de alcohol o drogas, y realización de notas de despedida.
Valeria Ríos detalló que presentan más riesgo las personas con diagnóstico de depresión o ansiedad; con ideas suicidas o que intentaron quitarse la vida; las personas en situación de crisis, sobrevivientes o familiares del suicida.
La responsable de Código 100 del Programa Nacional de Prevención del Suicidio, Jasmín Lucrecia Cuautle, alertó sobre los factores desencadenantes como el abuso, las violencias y pérdidas cercanas.
Abundó que se pueden observar conductas de tristeza, apatía, pérdida o incremento de apetito, insomnio, sueño, fatiga, sentimientos de poca valía, odio a sí mismo, vergüenza, desesperación, incapacidad para concentrase y tomar decisiones.
Indicó que otros factores de riesgo son la acumulación de estrés, muerte de un ser querido o suicidio de alguien cercano, quiebra económica, pérdida de empleo, separación de la pareja o divorcio, abuso físico o sexual.
Señaló que existen factores protectores como hacer deporte, actividades recreativas, convivencia social, vida espiritual, red de apoyo social y alimentación saludable ayudan a sobrellevar estas ideaciones, junto con apoyo profesional.
La responsable de la articulación del Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, Pamela Espinosa Méndez, dio a conocer que, en México, la tasa de suicidios aumentó de 5.3 por cada 100 mil habitantes en 2017, a 6.3 por ciento en 2022, y es considerablemente más alta en hombres que en mujeres.
La responsable operativa del Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, Abril Téllez Buendía, expuso que las redes sociales tienen alto impacto en este tema, ya que brindan la posibilidad de conectar instantáneamente con amigos, familiares y grupos de apoyo que contribuyen a la seguridad emocional para personas en riesgo.
Recordó que las investigaciones indican que las conversaciones abiertas y comprensivas sobre el suicidio reducen el estigma, validan las experiencias y conectan a las personas con el apoyo.
Cabe mencionar que, en 54 por ciento de los decesos por suicidio, las personas no tenían un trastorno de salud mental diagnosticado, lo que resalta la necesidad de considerar otros factores que pueden contribuir a la ideación, como alteraciones en las relaciones interpersonales.
Las personas que consideren que necesitan ayuda o deseen información, orientación y apoyo en salud mental y por consumo de sustancias, pueden llamar al teléfono de la Línea de la Vida 800 911 2000, disponible las 24 horas de los 365 días del año.
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