Un análisis a partir de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua (ENSANUT) 2022

MSP José Noé Rizo Amézquita. Director de la Sección Técnica de Determinantes Sociales de la Sociedad Mexicana de Salud Pública (SMSP). Investigador en Salud y Seguridad Social de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS). Profesor de la Facultad de Medicina, Departamento de Salud Pública, Universidad Nacional Autónoma de México

Lic. Braulio Ortega Plascencia. Director de la Sección Técnica de Salud Mental y Adicciones de la Sociedad Mexicana de Salud Pública (SMSP). Psicólogo Clínico IMSS-Bienestar Casa del Adolescente de Ecatepec
La salud mental es parte esencial del bienestar general. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha definido como un estado de equilibrio emocional, psicológico y social que permite a los individuos afrontar las demandas de la vida cotidiana (OMS, 2022). En México, los problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, se han incrementado al grado de considerarse problemas de salud pública que estresan los sistemas de salud pública (Secretaría de Salud, 2023). Los trastornos psicopáticos y la sintomatología psicopatológica se ven exacerbados por conductas adictivas, entre las que destaca el consumo de tabaco y su adicción. De acuerdo con la Encuesta Global de Tabaquismo en adultos (GATS; Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) & Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA), 2024), el 15.6% de la población adulta (14.6 millones de personas) fuma tabaco, con una mayor prevalencia en hombres (24.3%) que en mujeres (7.4%), de los cuales 6.6% (10.5% hombres, 3.0% mujeres) son fumadores diarios y 8.7% (13.3% hombres, 4.3% mujeres) son fumadores ocasionales.
Diversos estudios han demostrado la asociación entre consumo de tabaco y un mayor riesgo de desarrollo y exacerbación de trastornos mentales, particularmente depresión y conductas suicidas (e.g., Lee et al., 2024; Prochaska et al., 2017; Smith et al., 2014). Específicamente para el caso del suicidio, artículos de revisión y meta-análisis han demostrado una asociación entre consumo de tabaco y el riesgo de suicidio. Por ejemplo, en Corea del Sur un estudio de seguimiento a 11 años reportó que los fumadores actuales tenían un 64% más de riesgo de morir por suicidio en comparación con los no fumadores, siendo este riesgo particularmente elevado en mujeres (Kim et al., 2024). Un meta-análisis de 20 estudios prospectivos demostró que fumadores actuales presentan más del doble de riesgo de morir por suicidio (RR = 2.41) en comparación con los no fumadores, con un riesgo mayor en mujeres fumadoras actuales (RR = 2.51) que en hombres (RR = 2.06; González et al., 2021). Finalmente, otro estudio de este mismo tipo, que incluyó 63 estudios de 12 países incluyendo México, reveló que el consumo de tabaco se asocia con un aumento significativo en la mortalidad por suicidio (RR = 1.83), siendo el riesgo mayor en mujeres que en hombres (Li et al., 2016).
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022 (ENSANUT 2022) aportó datos actualizados sobre el consumo de tabaco en México, subrayando su persistencia como un problema de salud pública. De acuerdo con los resultados, el 4.6% de los adolescentes y el 19.5% de los adultos reportaron ser fumadores actuales (INSP, 2023a). Otros datos descriptivos sobre el consumo de tabaco y el uso de cigarro electrónico pueden encontrarse en el trabajo de Barrera-Núñez et al. (2023).
En el contexto del 31 de Mayo Día Mundial Sin Tabaco, se accedió a los datos abiertos de la ENSANUT 2022 (INSP, 2023b), específicamente el apartado Cuestionario de salud de adultos (20 años o más), para realizar este trabajo que tuvo por objetivo identificar si el consumo de tabaco en un predictor del pensamiento suicida. Se consideraron como variables predictoras adicionales la edad, sexo y puntaje en la escala de depresión incluida en dicha encuesta. Igualmente, se realizó un análisis descriptivo de los participantes en la ENSANUT 2022 fumadores y no fumadores por las variables sexo, edad, entidad de residencia y estrato de pertenencia definido por el número de habitantes (i.e., Rural < 2500; Urbano ≥ 2500; Metropolitano ≥ 100,000). Se analizaron las respuestas de 11,893 respondientes de los cuales 971 (8%) fumaba a diario, 1052 (9%) algunos días y 9870 (83%) no fumaba al momento de la encuesta. Un mayor número de hombres fumaba a diario o algunos días con respecto a las mujeres, quienes mayormente no fumaban. Estos resultados fueron confirmados mediante una prueba de chi cuadrado de independencia y la prueba post hoc de los residuos estandarizados de Pearson (chi cuadrado = 655.69, p < 0.05; Figura 1).

Los estadísticos descriptivos para la edad de las subpoblaciones de hombres y mujeres fumadores y no fumadores se muestran en la Tabla 1. No hay diferencia estadísticamente significativa entre la edad de hombres y mujeres fumadores (Figura 2), y la de hombres y mujeres no fumadores (Figura 3), confirmada mediante pruebas t para grupos independientes a dos colas.
Sexo | n | Media | DE | Min | Max |
Hombres | |||||
Fumadores | 1315 | 42.01 | 15.09 | 20 | 89 |
No fumadores | 3400 | 47.68 | 16.94 | 20 | 98 |
Mujeres | |||||
Fumadoras | 708 | 41.96 | 14.74 | 20 | 89 |
No fumadoras | 6470 | 47.06 | 16.78 | 20 | 100 |


Con respecto a la distribución geográfica o entidad de residencia de la submuestra de fumadores, la mayoría de ellos se concentra en Nuevo León, seguido de Guanajuato y Ciudad de México. Estos datos se representan mediante un mapa de calor en la Figura 4.

En estratos rural y urbano se encontró un número por encima de lo esperado de no fumadores; mientras que, en un estrato metropolitano se encontró un número de fumadores por encima de lo esperado. Este dato se confirmó mediante una prueba de chi cuadrado de independencia y la prueba post hoc de los residuos estandarizados de Pearson (chi cuadrado = 121.89, p < 0.05; Figura 5).

Finalmente se estimó un modelo de regresión logística binomial mediante el método de Ward, en el que se consideró como variable de respuesta, o hipotética independiente, si los participantes habían pensado alguna vez en quitarse la vida (i.e., variable a1211, Sí = 909 y No = 10928; ENSANUT 2022). Las variables predictoras o hipotéticas independientes fueron Sexo, Edad y el total de los valores asignados a las preguntas a0211 a a0217, las cuales indagan sobre depresión en el respondiente (ENSANUT 2022). Debe aclararse que estas preguntas arrojaban un total de 83,251 datos. De estos datos, 7525 (9.04%) fueron datos perdidos, los cuales, siguiendo la recomendación de Mirzaei et al. (2022), fueron imputados. Para ello se empleó un algoritmo de Random Forest (Stekhoven & Bühlmann, 2012). Los resultados del modelo se muestran en la Figura 6 y su interpretación se describe en la Figura 7.


Consistente con los estudios previamente señalados (i.e., González et al., 2021; Kim et al., 2024; Lee et al., 2024; Li et al., 2016; Prochaska et al., 2017; Smith et al., 2014), los datos analizados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022 muestran que ser fumador y ser mujer incrementa la probabilidad de haber pensado al menos una vez en la vida en el suicidio, probabilidad que aumenta un 17% por cada punto que incrementa el puntaje de depresión.
Estos resultados, en el contexto del 31 de Mayo Día Mundial Sin Tabaco, debe ser un llamado a la acción del gobierno de México y de las dependencias propias al sistema de salud nacional para diseñar estrategias de prevención y atención al consumo y adicción del tabaco, así como al pensamiento asociado de quitarse la vida en sectores fumadores. Muestran, además, un mapa que focaliza la distribución de fumadores el cual resulta de utilidad para adecuar las estrategias en función de la región y estrato de este mismo sector.
Finalmente, debe considerarse que el consumo y adicción al tabaco es multifactorial, lo mismo que el pensamiento suicida, por lo que futuros estudios deberán integrar nuevas variables analizadas con algoritmos más potentes para así poder contar con elementos que fundamenten las estrategias desarrolladas y puedan ser evaluadas en su eficiencia a partir de datos objetivos.
Referencias
- Barrera-Núñez, D. A., López-Olmedo, N., Zavala-Arciniega, L., Barrientos-Gutiérrez, I., & Reynales-Shigematsu, L. M. (2023). Consumo de tabaco y uso de cigarro electrónico en adolescentes y adultos mexicanos. Salud Pública de México, 65(Supl 1), S65–S74. https://doi.org/10.21149/1483
- González, M., Pérez, L., & Rodríguez, A. (2021). Proposal for the inclusion of tobacco use in suicide risk scales: Results of a meta-analysis. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18(11), 6103. https://doi.org/10.3390/ijerph18116103
- Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), & Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA). (2024). Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (GATS) México 2023: Hoja de resumen. Secretaría de Salud. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/874575/Encuesta_Global_de_Tabaquismo_en_adultos_GATS_Hoja_de_Resumen.pdf
- Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). (2023a). Documentos analíticos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022. https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2022/documentos_analiticos.php
- Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). (2023b). Descargas de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022. https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2022/descargas.php
- Kim, H., Kim, S., & Kim, Y. (2024). Relationship between smoking experience and risk of suicide mortality in South Korean adults: A nationwide population-based retrospective cohort study. Journal of Affective Disorders, 345, 123–130. https://doi.org/10.1016/j.jad.2024.01.015
- Lee, P. H., Tervo-Clemmens, B., Liu, R. T., Gersten, M. B., Jung, J.-Y., Janes, A. C., & Gilman, J. (2024). Use of tobacco products and suicide attempts among elementary school–aged children. JAMA Network Open, 7(2), e240376. https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2024.0376
- Li, X., Zhang, Y., & Wang, J. (2016). Smoking and suicide: A meta-analysis. PLoS ONE, 11(7), e0156348. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0156348
- Mirzaei, A., Carter, S. R., Patanwala, A. E., & Schneider, C. R. (2022). Missing data in surveys: Key concepts, approaches, and applications. Research in Social and Administrative Pharmacy, 18(2), 2308-2316. https://doi.org/10.1016/j.sapharm.2021.03.009
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2022). Salud mental: fortaleciendo nuestra respuesta. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
- Prochaska, J. J., Das, S., & Young-Wolff, K. C. (2017). Smoking, mental illness, and public health. Annual Review of Public Health, 38, 165–185. https://doi.org/10.1146/annurev-publhealth-031816-044618
- Secretaría de Salud. (2023). Informe sobre la situación de salud mental en México. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/923815/INFORME_PAxS_2024.pdf
- Smith, P. H., Mazure, C. M., & McKee, S. A. (2014). Smoking and mental illness in the U.S. population. Tobacco Control, 23(e2), e147–e153. https://doi.org/10.1136/tobaccocontrol-2013-051466
- Stekhoven, D. J., & Bühlmann, P. (2012). MissForest—non-parametric missing value imputation for mixed-type data. Bioinformatics, 28(1), 112–118. https://doi.org/10.1093/bioinformatics/btr597