México D. F., 4 de Marzo (Redacción LaSalud.com.mx).- Ya en un par de ocasiones, LaSalud.com.mx, ha compartido con sus lectores los avances logrados por especialistas del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre en el área de la psicocirugía (%u201CEl cerebro es como el universo%u201D, 14 y 15 de diciembre de 2006; %u201CLa neurocirugía para pacientes con anorexia es una realidad en México%u201D, 24 de febrero de 2007).
La idea de modificar un comportamiento por medio de una cirugía o un estímulo específico en el cerebro hubiera parecido como sacada de una novela de ficción científica hace unos pocos años. Ahora, sin embargo, la cirugía psiquiátrica es una opción real para los pacientes con trastornos de difícil manejo.
Si este tipo de intervenciones son el tratamiento futuro para los padecimientos psiquiátricos, sólo el tiempo lo dirá, pero su desarrollo va en aumento. Muestra de esto es el reciente anuncio hecho por el doctor Manuel Hernández Salazar, cirujano adscrito y jefe de Enseñanza e Investigación de la Coordinación de Servicios Modulares del CMN 20 de Noviembre, del ISSSTE.
El doctor Hernández Salazar informó que dicho centro estableció un protocolo para extender los beneficios del implante de neuroestimuladores a los pacientes que sufren de depresión y que no han respondido a las terapias convencionales. Una vez más (como en el caso de la epilepsia y la anorexia), el CMN 20 de Noviembre será la primera institución que realice esta intervención.
La colocación del neuroestimulador permitirá que los pacientes controlen sus crisis depresivas y reduzcan su dependencia a los medicamentos. El especialista explicó que el neuroestimulador funciona de manera muy parecida a como lo hace un marcapasos, sólo que éste actúa a nivel cerebral, controlando los impulsos que pueden conducir a la depresión.
El dispositivo se coloca por debajo de la piel sobre el nervio vago, en el lado izquierdo del cuello, haciendo una incisión de tres centímetros; contiene un cable con tres abrazaderas que atrapan al nervio. Una vez implantado, es posible medir la actividad eléctrica del cerebro a través de una microcomputadora; así, cuando el paciente está propenso a sufrir algún episodio de depresión, se activa el mecanismo del aparato.
%u201CTenemos tres pacientes elegidos, ya que no han respondido a ninguno de los tratamientos que se les han hecho%u201D, señaló el doctor Hernández Salazar. Los candidatos fueron evaluados previamente por un comité disciplinario, de forma similar a como se seleccionan los casos operables de epilepsia, agresividad, Parkinson y anorexia.
Las personas depresivas carecen de ánimo para realizar las actividades cotidianas, incluso las más elementales como atenderse a sí mismos o cumplir hábitos de limpieza; frecuentemente sufren cambios de humor hacia la agresividad pero más a la tristeza. Añoran las cosas que ya pasaron, viven de muchos recuerdos y quieren perder la vida.
Entre las causas principales de este trastorno se encuentra el factor hereditario, ya que si los abuelos o padres tuvieron problemas de depresión, el porcentaje de que los hijos cursen por un episodio depresivo es mayor respecto de quienes no tienen estos antecedentes.
Otro factor es la condición social de la persona, ya que los problemas familiares, económicos, la baja autoestima, los vicios y las adicciones, así como el maltrato al menor, están asociados con la patología. Desafortunadamente, algunos estudios recientes han demostrado que un porcentaje importante de la población adolescente y adulta de México padece depresión. Lo más preocupante es que el trastorno ya se empieza a registrar en niños.