México D. F.- La migraña es un padecimiento recurrente y crónico, caracterizado por dolor palpitante en alguna área de la cabeza, regularmente en un lado; puede atacar desde la infancia y continuar toda la vida.
Por lo general, son las mujeres las más afectadas, pues hasta el 70 por ciento de las personas diagnosticadas son del sexo femenino; es posible que la causa de esta cifra sean los cambios hormonales. La migraña se presenta con mayor frecuencia en mujeres de edad fértil, sobre todo durante el proceso menstrual. En la menopausia disminuyen los ataques porque las arterias pierden la capacidad de contraerse y dilatarse.
El dolor propio de la migraña puede ir acompañado de vómito, intolerancia a la luz, al ruido, e incluso a los aromas. Estos síntomas pueden ser tan severos que la persona debe aislarse en un lugar oscuro y silencioso hasta que pase el ataque, cuya duración puede ser de horas o hasta días.
Durante un ataque o crisis de migraña, el cerebro envía señales a los receptores encargados de controlar los vasos sanguíneos del cuero cabelludo, los cuales se contraen y dilatan, provocando una inflamación acompañada del característico dolor palpitante.
Una vez pasada la crisis puede presentarse un fenómeno conocido como %u201Caura%u201D, esto es, la persona comienza a %u201Cver%u201D luces intermitentes, de colores y formas distorsionadas, acompañadas en algunos casos de otras visiones producto de la ilusión óptica.
También se pueden afectar otros sentidos como el tacto y experimentar cosquilleo o pérdida de fuerza en un lado del cuerpo, puede haber falta de dominio del habla, sensación de confusión, vértigo, desorientación e incluso pérdida momentánea de la memoria. Algunas personas padecen sólo dolores de cabeza y otras sólo manifiestan los síntomas de aura, lo que es causa de confusión.
La migraña se reconoce cuando las molestias se presentan de forma recurrente, con uno o dos ataques por semana, con dolor severo descrito como %u201Cpunzadas%u201D, que regularmente oprimen un solo lado de la cabeza.
A decir de los expertos, la herencia juega un papel importante en la aparición de la migraña, pues si uno de los padres la padece, hay 45 por ciento más posibilidades de desarrollarla. Si ambos padres la sufren, el riesgo incrementa hasta llegar al 70 por ciento. No pueden descartarse factores como la alimentación, hábitos de sueño, cambios climáticos, esfuerzo físico, contaminación o estrés.
El diagnóstico de la migraña debe incluir una visita al médico (de ser posible un neurólogo), quien mediante una entrevista directa con el paciente debe evaluar su historial médico y hábitos.
Algunos casos necesitan confirmarse mediante electroencefalogramas, tomografías computadas o resonancias magnéticas. Por lo que toca al tratamiento, éste debe enfocarse en prevenir los ataques. Alrededor del 75 por ciento de las crisis disminuyen con la combinación de los tratamientos preventivo y sintomático.