La depresión es un grave problema de salud en México, pues se estima que más 10 millones de personas en nuestro país la padecen. Además de ser considerada como una de las principales enfermedades que ocasionan mayor discapacidad, superando en este aspecto a los padecimientos crónico-degenerativos.
Lo anterior fue informado durante la presentación del libro %u201CLos demonios de la depresión%u201D, escrito por Anamari Gomís, la cual estuvo a cargo el Secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, quien resaltó la importancia de esta obra radica en la exposición de las vivencias de una persona que sufre de depresión y a lo que se enfrenta para controlar su padecimiento.
%u201CLos demonios de la depresión no sólo constituye una excelente fuente de información sobre esta patología, sino que tiene la virtud de ser el testimonio personal de quien habiendo lidiado con esos demonios durante años, relata las reacciones más comunes de los que la rodean, así como los obstáculos para acceder al tratamiento%u201D, puntualizó.
Indicó que la salud mental es un aspecto tan olvidado y tan discriminado, que se ha reflejado durante años en la insuficiencia de recursos para prevenir y tratar los problemas mentales, pues el enfermo mental es uno de los más discriminados y en donde existe más iniquidad en la exigencia a sus derechos a la salud, plasmados en la Constitución.
Puntualizó que este libro es un ejemplo incuestionable de lo que los enfermos pueden aportar al sector de la salud, ya que lejos de narrar los pormenores del padecimiento, arroja luz sobre las actitudes sociales más frecuentes hacia los enfermos mentales como la discriminación y el rechazo.
Resaltó que el escribir una obra de este tipo, demuestra el nivel de recuperación que pueden tener los enfermos gracias a los recursos terapéuticos con los que se dispone.
Finalmente, se comprometió a continuar pugnando porque los enfermos aquejados por la depresión u otra patología mental, dispongan y se beneficien de las actuales alternativas terapéuticas, ya que ello permitirá que encuentren el camino del bienestar y una mejor calidad de vida.
Por su parte, Martha Ontiveros Uribe, Presidenta de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, explicó que la depresión es un trastorno emocional que se presenta como un estado de abatimiento e infelicidad, el cual puede ser transitorio o permanente y que se caracteriza por una pérdida de interés o de placer en las actividades diarias.
Indicó que una vez que una persona ha sufrido de un cuadro depresivo, tiene 50% de posibilidades de tener otro en su vida, mientras que si ha sufrido dos, el riesgo de recurrencia se eleva hasta el 70%.
Comentó que este padecimiento puede ser controlado de forma efectiva siempre y cuando sea diagnosticado, sin embargo, dijo, lamentablemente es un problema subdiagnosticado y subtratado, por lo que es necesario que exista mayor capacitación del médico general, con el fin de que se trate de forma temprana.
Aunado a lo anterior, precisó que es una enfermedad estigmatizada, lo que obstaculiza que la persona busque ayuda profesional, es así como sólo un tercio de los pacientes deprimidos acuden al médico.
Entre los síntomas que manifiesta una persona deprimida destacan: la tristeza, animo bajo, llanto, baja autoestima, sentimiento de culpa, desesperanza, sentimiento de darse por vencido, falta de interés o motivación, perdida de placer por las actividades habituales, incluido el interés sexual, cansado, fatigado, disminución del apetito, peso e insomnio, entre otros.
Los pacientes en un grado severo de depresión empiezan a desarrollar pensamientos negativos causados por su baja autoestima, sentimientos de culpa o porque sienten que son merecedores de un castigo, por lo que empiezan a tener ideas de muerte y suicidio.
Al respecto informó que los intentos de suicidio son mucho más frecuentes en las mujeres, sin embargo, mueren más hombres por esta causa, debido a que utilizan métodos más letales como las armas de fuego o ahorcamiento.
Finalmente, la especialista reitero que en la actualidad se cuenta con tratamientos muy efectivos para tratar esta enfermedad como antidepresivos y psicoterapia, ambas terapéuticas, solas o combinadas, permiten controlar los síntomas y restaurar el funcionamiento laboral y social del paciente.
Lo anterior fue informado durante la presentación del libro %u201CLos demonios de la depresión%u201D, escrito por Anamari Gomís, la cual estuvo a cargo el Secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, quien resaltó la importancia de esta obra radica en la exposición de las vivencias de una persona que sufre de depresión y a lo que se enfrenta para controlar su padecimiento.
%u201CLos demonios de la depresión no sólo constituye una excelente fuente de información sobre esta patología, sino que tiene la virtud de ser el testimonio personal de quien habiendo lidiado con esos demonios durante años, relata las reacciones más comunes de los que la rodean, así como los obstáculos para acceder al tratamiento%u201D, puntualizó.
Indicó que la salud mental es un aspecto tan olvidado y tan discriminado, que se ha reflejado durante años en la insuficiencia de recursos para prevenir y tratar los problemas mentales, pues el enfermo mental es uno de los más discriminados y en donde existe más iniquidad en la exigencia a sus derechos a la salud, plasmados en la Constitución.
Puntualizó que este libro es un ejemplo incuestionable de lo que los enfermos pueden aportar al sector de la salud, ya que lejos de narrar los pormenores del padecimiento, arroja luz sobre las actitudes sociales más frecuentes hacia los enfermos mentales como la discriminación y el rechazo.
Resaltó que el escribir una obra de este tipo, demuestra el nivel de recuperación que pueden tener los enfermos gracias a los recursos terapéuticos con los que se dispone.
Finalmente, se comprometió a continuar pugnando porque los enfermos aquejados por la depresión u otra patología mental, dispongan y se beneficien de las actuales alternativas terapéuticas, ya que ello permitirá que encuentren el camino del bienestar y una mejor calidad de vida.
Por su parte, Martha Ontiveros Uribe, Presidenta de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, explicó que la depresión es un trastorno emocional que se presenta como un estado de abatimiento e infelicidad, el cual puede ser transitorio o permanente y que se caracteriza por una pérdida de interés o de placer en las actividades diarias.
Indicó que una vez que una persona ha sufrido de un cuadro depresivo, tiene 50% de posibilidades de tener otro en su vida, mientras que si ha sufrido dos, el riesgo de recurrencia se eleva hasta el 70%.
Comentó que este padecimiento puede ser controlado de forma efectiva siempre y cuando sea diagnosticado, sin embargo, dijo, lamentablemente es un problema subdiagnosticado y subtratado, por lo que es necesario que exista mayor capacitación del médico general, con el fin de que se trate de forma temprana.
Aunado a lo anterior, precisó que es una enfermedad estigmatizada, lo que obstaculiza que la persona busque ayuda profesional, es así como sólo un tercio de los pacientes deprimidos acuden al médico.
Entre los síntomas que manifiesta una persona deprimida destacan: la tristeza, animo bajo, llanto, baja autoestima, sentimiento de culpa, desesperanza, sentimiento de darse por vencido, falta de interés o motivación, perdida de placer por las actividades habituales, incluido el interés sexual, cansado, fatigado, disminución del apetito, peso e insomnio, entre otros.
Los pacientes en un grado severo de depresión empiezan a desarrollar pensamientos negativos causados por su baja autoestima, sentimientos de culpa o porque sienten que son merecedores de un castigo, por lo que empiezan a tener ideas de muerte y suicidio.
Al respecto informó que los intentos de suicidio son mucho más frecuentes en las mujeres, sin embargo, mueren más hombres por esta causa, debido a que utilizan métodos más letales como las armas de fuego o ahorcamiento.
Finalmente, la especialista reitero que en la actualidad se cuenta con tratamientos muy efectivos para tratar esta enfermedad como antidepresivos y psicoterapia, ambas terapéuticas, solas o combinadas, permiten controlar los síntomas y restaurar el funcionamiento laboral y social del paciente.