El estudio de las bases neuronales del lenguaje se ha centrado
siempre en observar las regiones del cortex, la parte más externa del
cerebro y la que muchos investigadores consideran que se ha ampliado
durante la evolución humana.
En este estudio, el equipo de
Jesse Hochstadt registró los movimientos de los pacientes con Parkinson
mientras escuchaban frases subordinadas –por ejemplo, ‘la reina que
estaba dando un puntapié al cocinero estaba gorda’– y trataban de
asociarlas con imágenes.
El resultado demostró que los
pacientes que cometieron más errores eran también más lentos para dejar
de mirar las imágenes descartadas por la frase de relativo (un cocinero
dando un puntapié a una reina) cuando sólo habían oido hasta el verbo
de la sentencia (‘la reina que estaba dando un puntapié’).
Sin
embargo, al final de las frases, no eran más lentos para descartar
imágenes (como una reina delgada dando un puntapié a un cocinero gordo)
que contradijeran la oración principal (‘la reina …estaba gorda’), a
pesar la necesidad de memorizar impuesta por la inclusión de la oración
de relativo.
Estos pacientes mostraron también un proceso pobre
de las oraciones relativas y uno óptimo con las oraciones principales
cuando la oración de relativo estaba al final de la frase (‘la reina
que estaba dando un puntapié al cocinero que estaba delgado’).
Los
pacientes con este tipo de dificultades en el proceso sintáctico tienen
también problemas entre hacer elecciones basadas en el tamaño o en la
forma en tareas no relacionadas con el lenguaje.
Esta
asociación, según Hochstadt, puede indicar que procesar oraciones de
relativo requiere una ‘desconexión’ estructural de la oración
principal. Por otra parte, como las oraciones de relativo generalmente
se refieren a hechos ya mencionados, procesarlas puede requerir decidir
entre prestar atención a esta información de ‘background’ o atender a
la información de la frase principal.
Estos efectos conjuntos de
la neurodegeneración subcortical en la sintaxis y la capacidad de
‘desconectar’ concuerdan con la investigación que indica que las
mutaciones en el gen humano ‘FOXP2’ causa déficits en el lenguaje y en
la cognición, afectando el desarrollo de las estructuras subcorticales.
Esta evolución del homo sapiens moderno conllevó modificaciones de este
gen.