¿Cuántas veces te has quedado despierto en la cama contando borregos o dando vueltas, y al levantarte al día siguiente estás cansado y fatigado por la falta de sueño?
Cuando el problema se vuelve mayor, se le llama insomnio; los síntomas más comunes son: dificultad para conciliar el sueño por más de 15 días. Las diversas causas van desde problemas en el trabajo o el hogar, hasta patologías más severas que deben tratarse con un especialista en trastornos del sueño.
El insomnio puede clasificarse en tres tipos: de conciliación (para introducir al sueño), de mantenimiento (despertarse a cada momento y uno amanece con sensación de cansancio) y terminal (se levanta ya entrada la noche y no puede conciliar nuevamente el sueño), de acuerdo con la forma como surge en los pacientes.
Lo primero que debe hacerse es visitar a un doctor para tener un diagnóstico acertado, para tener un tratamiento adecuado.
Si el padecimiento se debe a un problema emocional, hay que recurrir a un psicólogo; no obstante, si es una patología más severa, el neurólogo es la mejor opción.
Para diagnosticar el padecimiento, los doctores piden al paciente realizar un diario del sueño, que consiste en apuntar la hora en la que diariamente se va a dormir, cuánto tiempo tarda en dormirse, con qué periodicidad se despierta en la noche, la hora en que se levanta en la mañana y qué tan bien durmió.
Los especialistas recetan los medicamentos cuando observan que el paciente tiene buenos hábitos y el insomnio persiste. Siempre es preferible comentar al doctor si es muy necesario el uso de tabletas, por sus posibles contraindicaciones.
Un medicamento común utilizado es el hipnótico con benzodiacepinas, de acción corta o de vida media intermedia. También pueden usarse medicamentos no benzodiacepínicos.
Asimismo se utilizan medicamentos antidepresivos que provocan un efecto sedante. Para los episodios de alergia, recetan otros medicamentos con efectos secundarios, que dan como resultado el letargo.
Otros remedios para tratar los trastornos del sueño, de acuerdo con la Universidad de Cambridge, en Estados Unidos, aseguran que la contaminación por ruido, climas molestos, dolores o ánimos alterados ocasionan la falta de sueño, por lo que recomiendan no consumir alimentos psicotrópicos, como el café y el alcohol, además de evitar sobrecargar el estómago por la noche.
En cambio, se recomienda tomar un vaso de leche caliente con una cucharada de azúcar antes de ir a dormir, ingerir una cena ligera y esperar un tiempo considerable para acostarse.
Otra forma para condicionar al cuerpo a dormir por la noche es acostarse y levantarse todos los días a la misma hora (incluso fines de semana), tener una rutina para dormir (leer por 10 minutos antes de dormir, tomar una ducha) y no realizar otro tipo de actividades en la habitación, sólo dormir o tener sexo (como hablar por teléfono y ver televisión).