La Secretaría de Salud indicó que los trastornos de la conducta alimentaria, como son la anorexia, bulimia y la glotonería, son factores que pueden provocar enfermedades mentales crónicas, las cuales a su vez no sólo obstaculizan el desarrollo de la persona, sino que también pueden conducir al suicidio o a otras adicciones.
Estos trastornos son igual de graves que las enfermedades mentales o crónicas degenerativas, mismas que causan hasta un 10 por ciento de las muertes prematuras y de acuerdo a las estimaciones que se tienen, en el 2012 representarán una carga financiera de 100 mil millones de pesos.
De esta cantidad 60 mil millones corresponden a gastos médicos directos.
Se sabe que en su grado máximo la depresión puede llevar a los jóvenes al suicidio además de que tiene otras consecuencias como es el beber alcohol o consumir drogas ilícitas.
Estos trastornos en el país afectan a niños, adolescentes y jóvenes, sobre todo a las mujeres, quienes presentan problemas de obesidad o quienes tratan de adelgazar con procedimientos radicales.
Del 0.3 al 1 por ciento de las adolescentes presentan anorexia y del 1 al 3 por ciento bulimia, además de que el 3 por ciento de alumnos tanto mujeres como hombres, consumen alimentos de manera compulsiva.
Las complicaciones de la anorexia, bulimia o compulsión por la comida, son la pérdida de cabello, detención del crecimiento, desarrollo de osteoporosis, problemas dentales, sangrado gastrointestinal, parálisis intestinal, alteraciones electrolíticas, deshidratación, baja del potasio, hiponatremia, e incluso el paro cardiaco y la muerte.
Para ello finalmente, se indicó, es necesario que el enfermo reciba un tratamiento integral y adecuado, sobre todo porque el tiempo de recuperación es prolongado.