LaSalud.mx.- El cáncer de mama y de colon, y las enfermedades de Alzheimer y Parkinson pueden diagnosticarse antes de que aparezcan los primeros síntomas, gracias a la Tomografía por Emisión de Positrones (PET por sus siglas en ingles) y la Tomografía computarizada (CT); sin embargo, no es muy utilizada en México.
En el país existen tres unidades PET-CT, dos en el sector privado y uno en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con la doctora en medicina nuclear Belén Rivera Bravo de la UNAM, las personas deberían someterse al estudio PET-CT para obtener un análisis preciso que ayude al médico en el diagnóstico y tratamiento adecuado de la enfermedad, e indica que debería existir una clínica de este tipo por cada 500 mil habitantes.
Este estudio arroja imágenes moleculares a partir de la fusión de la medicina nuclear (emisión de positrones), llamada PET y la tomografía computarizada.
La primera consiste en administrar al paciente un radiofármaco en pequeñas cantidades que es absorbido por las células malignas, y la segunda es una tomografía de rayos X que genera imágenes anatómicas, después se juntan y se obtiene una imagen hibrida, explica el doctor Miguel Ángel Ávila Rodríguez, de la Unidad PET-CT de la UNAM.
El radiofármaco más utilizado es el Fluorodeoxiglucosa (F18-FDG) debido a que las células cancerosas consumen glucosa como principal fuente de energía, lo cual facilita su detección por medio de este estudio; además es posible identificar el tamaño del tumor, si es maligno o benigno, señala la doctora Rivera Bravo.
Precisa que el PET-CT sirve para saber si se trata de una enfermedad metastásica (en diferentes puntos) o residual (pequeña), además ayuda a monitorear la respuesta a la terapia oncológica, así como señalar el mejor sitio de biopsia y diferenciar el Alzheimer de otros tipos de demencia y alteraciones cognoscitivas asociadas a la depresión.
Con esta técnica es posible identificar en forma temprana enfermedades oncológicas, cardiacas o neuronales, así como localizar tumores en el sistema nervioso central, las mamas y los pulmones, también en el páncreas, el hígado y el tracto urinario, los ovarios, testículos y la próstata, entre otros.
Los radiofármacos son creados por los investigadores en el momento en que se van a utilizar y conforme se necesiten, ya que la sustancia tiene una vigencia de minutos. Cada paciente y sintomatología requiere de una sustancia diferente; por ello es preciso que el médico y el laboratorio tengan la comunicación adecuada para así realizar el estudio pertinente, reafirma Rivera Bravo.
PET-CT Ciclotrón en la UNAM
La Facultada de Medicina de la UNAM cuenta con su propia unidad PET-CT Ciclotrón que abrió desde 2001, es el principal centro a nivel nacional y produce 11 tipos de radiofármacos. Recibe cerca de 20 pacientes diarios de todo el país y Latinoamérica.
Un PET-CT varía en costo dependiendo del radiofármaco administrado; sin embargo, la clínica de la UNAM tiene convenio con diferentes dependencias, como el IMSS, ISSSTE y Seguro Popular, recalca la especialista.
El PET-CT Ciclotrón está integrada por cuatro áreas: ciclotrón, en el que se generan átomos radiactivos producidos en aceleradores de partículas a una velocidad de 46 mil kilómetros por segundo; el laboratorio donde se realizan radiofármacos y el control de calidad de los mismos; el MicroPET para estudios pre-clínicos en roedores, y el PET-CT, donde se hacen análisis clínicos en humanos, menciona el doctor en física médica, Ávila Rodríguez.
El 40 por ciento de radiofármacos son utilizados en la UNAM y el 60 se canaliza al Instituto Nacional de Cancerología, los hospitales de la Marina y el Central Militar, CT Scanner, Médica Sur y el Hospital ABC.