La separación familiar puede ser catastrófica para un niño

Sanamente.mx .- Con motivo de los últimos acontecimientos relacionados con la separación de las familias, con la abrupta e inaceptable separación a las que se han sometido a las familias de los migrantes que han llegado al vecino país del norte, separación en la que no ha importado la edad de los pequeños; es necesario detenernos un momento a reflexionar acerca del impacto que se ocasiona en todos ellos, en el padre, la madre, los hermanos y los hijos, ya sean lactantes, niños en edad escolar o adolescentes. Hablemos del impacto en los pequeños, esos pequeños que se convertirán en adultos y por lo tanto en el futuro de la humanidad, formarán parte de las nuevas generaciones en las que ponemos tantas esperanzas para el cambio, para un mundo mejor. Es entonces de gran relevancia documentar los efectos que tiene sobre la salud mental en los niños y adolescentes la separación de sus padres y el aislamiento social. 

La separación del niño de su figura de maternaje va a impactar de una manera diferente a un lactante, a un niño menor de 3 años, a un escolar y al adolescente. El lactante percibirá súbitamente la ausencia del contacto físico, visual, verbal y el olor y el cuerpo de la madre, simplemente ya no estarán presentes. La figura de vínculo desaparece y si no hay una figura de maternaje que la sustituya, el daño en la comunicación humana será crítico. Esto puede ocasionar lo que se llamó Depresión Anaclítica, y que se observó en los huérfanos la postguerra, quienes en el mejor de los casos presentaban detención en el desarrollo físico a pesar de que la alimentación fuera la adecuada. Queda claro que la alimentación sin afecto nunca es suficiente. Durante los 3 primeros años de vida, las condiciones súbitas de pérdida de la figura de maternaje impactan el desarrollo emocional y pueden incidir en la falta de confianza, autonomía y seguridad básicas del individuo, con la subsecuente vulnerabilidad para el desarrollo de problemas de ansiedad y depresión. En el caso de los niños escolares, ellos ya tienen recuerdos de la adversidad social sufrida previamente y que los ha obligado a abandonar su Patria y a emigrar en busca de mejores condiciones de vida, para encontrarse con otra adversidad que es la de la abrupta separación de sus padres.

Entonces, no solo tendrán el doloroso recuerdo de lo acontecido, sino la brutal realidad de la separación y el aislamiento sin mayor explicación, entrarán en episodios de pérdida de la estructura adquirida en todos esos años con la incertidumbre de si se volverán a reunir algún día con ellos, sus padres, la sensación de abandono y desconsuelo serán sus constantes compañeros. Y en el caso de los adolescentes, su mente crítica los hará cuestionar la manera en que sus padres fueron tratados como delincuentes. La situación hasta aquí no tiene que ver con las leyes, si es justo o injusto. Solo se trata de hablar sobre el impacto emocional, de lo vivido, lo percibido, lo comprendido y la huella emocional. 

Existen complicaciones y consecuencias en dos tiempos básicos con este tipo de acontecimientos; primero, en el momento actual del evento y segundo, en el futuro continuo de los niños y adolescentes.

En una primera etapa, los niños y adolescentes presentan síntomas por el estrés que genera vivir la separación de sus padres y el aislamiento social. El no resolver el estrés complica estos síntomas con la presencia de una enfermedad depresiva. También identificamos que este tipo de acciones impactarán en la economía y en la red educativa necesaria para el adecuado desarrollo físico y mental de los menores.

En una segunda etapa, se continúa la enfermedad mental depresiva, las complicaciones económicas, educativas y sociales; la ausencia de los padres y una familia desintegrada conlleva que la disciplina implementada en los niños y adolescentes sea de forma deficiente, entendiendo que la disciplina nace y se reproduce desde un seno emocional favorable, por ende, se ve afectado el desarrollo normal de su personalidad, se continúa con la enfermedad mental depresiva-ansiosa y en general se vive vulnerabilidad a padecer alteraciones mentales y del comportamiento en el adulto.

Es necesario promover la integridad familiar, identificar, tratar y prevenir las consecuencias y repercusiones de los conflictos que la familia sufra y que repercutirán de diversas formas en los niños y adolescentes.

La adversidad infantil es uno de los indicadores más fuertes para cursar con desórdenes mentales tempranos, así como manifestaciones prematuras de condiciones de salud crónicas.

Este artículo se publicó en la versión impresa de Sanamente.mx, puede consultar la Edición Digitalizada en https://issuu.com/grupo-mundodehoy/docs/sanamente.mx_-_agosto_2018

 

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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