El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) innova en atención para tratar la enfermedad de Parkinson, con la colocación del implante neuroestimulador cerebral que se aplica en el Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, el cual facilita y mejora el control del movimiento en pacientes en los que está indicado, informó el Director General Pedro Zenteno Santaella.
Debido a que este padecimiento es neurodegenerativo, progresivo e incurable, también implementa diversos tratamientos farmacológicos, de rehabilitación y quirúrgicos para enfrentar etapas y síntomas, indicó.
El neurocirujano del nosocomio, Manuel Hernández Salazar, explicó que la neuroestimulación cerebral profunda es una opción terapéutica que puede beneficiar a pacientes con rigidez y lentitud del movimiento.
“El porcentaje de mejoría esperado para un chip en el cerebro de este tipo es de 50 a 55% de todas las series mundiales reportadas, y es lo que hemos alcanzado en el Centro Médico Nacional ‘20 de Noviembre’ del Issste desde hace algunos años”, dijo el especialista.
El Servicio de Neurología del hospital cuenta con un comité interdisciplinario de especialistas que evalúa de manera colegiada cada uno de los casos de las posibles personas candidatas a este tratamiento neuroquirúrgico avanzado, con el propósito de colocarlo a quienes tienen mayor posibilidad de obtener beneficios y responder al procedimiento.
Hernández Salazar destacó que el Parkinson tiene tres síntomas cardinales: rigidez, bradicinesia o lentitud del movimiento y temblor.
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¿Qué ocurre en el cerebro con esta enfermedad?
El especialista comentó que “inicia con una despoblación selectiva de las neuronas que se encuentran en el mesencéfalo en la zona compacta de la sustancia negra. Este núcleo neuronal activa otros que a su vez activan más, hasta hacer una arborescencia alrededor de toda la corteza cerebral y la pérdida de estas neuronas que comienzan el movimiento es lo que produce el Parkinson”.
Los neuroestimuladores se colocan con la persona despierta, modulando la intensidad de descargas eléctricas en los núcleos neuronales, principalmente en el globo pálido interno, y para verificar que efectivamente facilitan el proceso de inicio, organización y ejecución del movimiento en el paciente.
Este tratamiento avanzado tiene impacto directo en la calidad de vida de pacientes al mejorar su funcionalidad motriz y propiciar que se sientan mejor, además de que muchas veces las dosis de medicamentos se ajustan y reducen, lo que va retrasando el desarrollo de la enfermedad por varios años, remarcó el especialista.
Testimonio de derechohabiente
Mujer de 52 años de edad, paciente del Hospital General del Issste en San Luis Potosí, quien lleva 12 años con Parkinson, recibió el implante y compartió qué es lo más difícil de esta patología: “me afectaba demasiado porque no podía caminar, era mucha la rigidez, el temblor y no poderme hacer yo misma mis cosas personales”.
A 10 meses de haberle colocado el chip en el cerebro agradeció al personal médico tratante y al Issste por acceder al tratamiento. “Es una maravilla, una esperanza más de vida para las personas que tenemos esta enfermedad, el volver a ser más independiente es algo fantástico, mi vida ha cambiado bastante y la hago casi normal”.
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