México, D. F., 26 de junio (Redacción Salud Mundo de Hoy).- Una reciente investigación, elaborada por la escuela de Medicina de la Universidad de Washington de Alzheimer, descubrió un nuevo método que puede responder las preguntas fundamentales con respecto a los orígenes de la enfermedad o inclusive a un tratamiento en etapas más tempranas.
El estudio se publicó el lunes pasado en la revista Nature Medicine, en donde se señala que el análisis conduce a un diagnóstico más rápido y a la realización de un mejor tratamiento.
De acuerdo con los científicos, el trastorno se debe a la aparición en el cerebro de una proteína llamada amyloida beta peptida, la cual también provoca lo que se conoce como demencia senil.
La pérdida de la memoria relacionada con la enfermedad se produce cuando esta proteína forma pequeños bultos en el cerebro que, eventualmente, conducen a la pérdida absoluta de la función cerebral.
Uno de los principales obstáculos en el desarrollo de tratamientos efectivos para combatir la enfermedad es determinar si estos bultos son causados porque el cerebro produce una gran cantidad de esta proteína o porque el cerebro no puede deshacerse de ella con suficiente rapidez.
La investigación se llevó a cabo por el doctor Randall J. Bateman, de la universidad de Washington en Saint Louis. El estudio consistió en elegir seis personas totalmente sanas.
Una prueba inicial de la nueva técnica determinó que la proteína es producida y eliminada con gran rapidez, manteniéndose en equilibrio en el sistema nervioso central.
Por cierto, parecería que la proteína, también conocida como Abeta, se produce a mayor velocidad de lo que se había calculado antes, señaló Bateman en un comunicado.
Esto es inesperado. Debido a que la enfermedad causante de una degeneración de las células nerviosas demora tanto en desarrollarse, muchos expertos presumían que la tasa de producción de la proteína era muy lenta.
En las pruebas, los especialistas toman una muestra de líquido en el cerebro y analizan un químico que habían inyectado previamente. Éste se dirige a las células cerebrales y a las nuevas proteínas que están apareciendo.
A partir del fluido cerebral que los especialistas analizan son capaces de determinar la cantidad de amyloida beta peptida que se está produciendo o desechando.
Debido a que el examen mide exactamente los niveles de producción de la proteína, Bateman piensa, ahora, examinar a personas con demencia senil a fin de determinar si la fuente de la enfermedad es un aumento de la producción de proteína, o una disminución de la capacidad de eliminar Abeta.
El Mal de Alzheimer se produce por un desbalance de proteínas en el cerebro.
En personas saludables existe un balance en la producción de esta proteína. Pero los científicos todavía no saben por qué se produce el desequilibrio en las personas que sufren de este mal.