La vida cotidiana requiere que todos los días, hombres y mujeres, en cualquier etapa de la vida, realicen una serie de actividades físicas y mentales que determinan su rutina y el rol que desempeñan en la sociedad. Estas tareas van desde las más simples, hasta aquéllas que requieren de una mayor concentración y consumo de energía. Y para llevarlas a cabo de manera óptima, es indispensable mantener una dieta equilibrada y adoptar hábitos saludables.
Se habla mucho de %u201Ccomer sanamente%u201D, pero realmente ¿cómo podemos lograrlo? Para empezar, debemos saber que es mucho lo que el cuerpo hace por nosotros y que no sólo basta con comer, sino que hay que saber elegir alimentos que en realidad nutran nuestro organismo con los elementos necesarios para que cada una de sus funciones se realicen de la mejor manera, y con esto rendir mejor y mantenerse sano.
Estos nutrientes, indispensables para el cuerpo, se obtienen a través de lo que ingerimos diariamente y entre ellos destacan las vitaminas, los minerales, los carbohidratos y las proteínas. Cada uno realiza funciones específicas y muy importantes:
- Carbohidratos: Son la principal fuente de energía. Ayudan a la conservación de la masa muscular
- Proteínas: Promueven la recuperación tanto de los músculos como de los demás tejidos. El inadecuado consumo de proteínas puede causar fatiga, irritabilidad y retraso en el crecimiento
- Calcio: Ayuda a la formación y mantenimiento de huesos y dientes así como a la contracción muscular y del corazón
- Vitaminas A, D y E: Tienen una función antioxidante. Los antioxidantes ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares, la artritis, el Alzheimer y algunos tipos de cáncer. Además, la Vitamina D ayuda a la fijación del calcio y la Vitamina A, a mejorar la visión
La leche está considerada como un alimento completo y de acuerdo con la Lic., Valeria Rubio, consultora particular en Nutrición y Académica de la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE, es recomendable tomarla diariamente, ya que la cantidad de nutrientes que aporta un vaso de leche clásica (250 ml.), ayudan a cubrir los porcentajes de calorías, proteínas y carbohidratos recomendados para llevar una dieta equilibrada. Además, es una de las principales fuentes de proteínas de alta calidad y gracias a un consumo adecuado de ellas, se mejora la circulación y el transporte de nutrimentos como el hierro y los lípidos.