El uso desmedido de esta tecnología ocasiona disminución de la audición a edades tempranas; envejece ese sentido, ocasiona que los oídos deja a los jóvenes como si tuvieran 50 años de edad
La proliferación y el uso desmedido de aparatos reproductores de música, especialmente entre los jóvenes de 15 a 24 años de edad %u2013más de 19 millones, que representan el 19 por ciento de la población total–, muestra ya sus efectos en la salud: pérdida de la audición a edades tempranas; los audífonos por prolongado tiempo y a gran volumen provoca pérdida progresiva de la audición, hasta dejar al usuario como si tuviera 50 años de edad.
La doctora Alma Pesquera Romero, coordinadora del Área de Audiología y Otoneurología del Hospital General Regional (HGR) No. 1 %u201CCarlos Mac Gregor Sánchez Navarro%u201D, explicó que el problema se presenta cada vez con mayor frecuencia entre los jóvenes debido a la accesibilidad de productos como celulares y reproductores de música.
Una enfermedad que es común entre los jóvenes que usan con volumen alto dichos reproductores, es la que se presentaba sólo a partir de la quinta década de la vida, denominada presbiacusia, la cual se caracteriza por la pérdida progresiva de la capacidad para oír debido al deterioro producido en el sistema auditivo generado por la edad.
La especialista comentó que el problema no sólo preocupa por el tiempo que los jóvenes ocupan estos aparatos, que va en un promedio de ocho a 10 horas al día, sino por el el volumen que emplean.
El daño que se ocasiona con ello al oído es progresivo e irreversible, es decir que aunque una persona deje de utilizar los aparatos, la audición perdida ya no se puede recuperar; además, se debe considerar que al pasar de los años el oído humano tiene una degeneración por el envejecimiento, a lo que se agregan las enfermedades crónicas que pueda presentar a lo largo de su vida.
Pesquera Romero, dijo que tan sólo en el Servicio de Audiología del HGR No. 1, las consultas se han incrementado de un 25 a 30 por ciento en los jóvenes por las complicaciones de utilizar estos equipos.
Por ello, recomendó acudir de inmediato con los especialistas, en el caso de que al dejar de usar los aparatos o al salir de un antro o fiesta, sigan escuchando ruidos o sonidos, padecimiento que se denomina acúfeno.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social se recomienda dejar de utilizar estos equipos, evitar ambientes ruidosos y hacer conciencia de la contaminación que genera el ruido por los altos decibeles de la música, además de las complicaciones ocasionadas en los jóvenes.
También sugirió que en caso de acudir a los denominados antros o fiestas, colocarse protectores o tapones en los oídos, no estar tantas horas expuestos al ruido, y en cuanto tengan una mínima sospecha de que hay disminución en la audición, acudir de inmediato al médico para que se les brinde atención oportuna.
Explicó que el tiempo en el que se presentan las consecuencias varían de acuerdo con la susceptibilidad de cada personas, porque cada quien utiliza esta tecnología a diferentes horas, por determinado tiempo al día y la frecuencia con que lo hacen. Sin embargo, un 60 por ciento de los que lo utilizan durante un tiempo prolongado y a diario, van a presentar las complicaciones.
La doctora Alma Pesquera, concluyó que estos reproductores de música, así como los celulares ya han sobrepasado los mecanismos de defensa que tiene el oído humano por naturaleza, por lo que recomendó a los padres que si no es necesario que sus hijos utilicen estos aparatos, eviten obsequiárselos, así como vigilar que cuando los ocupen, lo hagan a volumen máximo de 60 decibeles.