Se estima que de los dos millones y medio de nacimientos anuales que ocurren en nuestro país, entre 5 y 10% presenta parálisis cerebral, sobre todo a consecuencia de complicaciones durante el periodo perinatal -tiempo antes, durante o inmediatamente después del nacimiento-.
La parálisis cerebral es la alteración que ocurre en el cerebro y se manifiesta por movilidad inadecuada, cambios en las posturas y disminución de la fuerza del músculo, y se debe a falta de irrigación sanguínea al cerebro en el momento del nacimiento, informó Juan Hernández Aguilar, médico adscrito al Servicio de Neurología del Hospital Infantil de México %u201CFederico Gómez%u201D.
Los pacientes que presentan daño cerebral tienen dificultad para moverse, sin embargo, no necesariamente se afectan sus funciones mentales.
Subrayó que los principales problemas que ocasionan parálisis cerebral en el momento del parto son el aumento de la presión arterial en la madre, lo que produce alteraciones sanguíneas en la placenta limitando el paso de sangre al producto y por consiguiente falta de oxígeno que provoca la muerte de las neuronas.
Otra causa, dijo, es el retardo del nacimiento por complicaciones durante el parto debido a hipertensión arterial en la madre, sangrado de la placenta o que el producto se enrede en el cordón umbilical.
Para prevenir este tipo de alteraciones, recomendó a la madre llevar un buen control prenatal, que consiste en asistir mensualmente al médico para su evaluación, además de la realización de ultrasonidos para detectar cualquier malformación, que la placenta esté en su lugar y el cordón umbilical no esté enredado, aunado a ello, que el parto se lleve a cabo en una unidad médica con la infraestructura adecuada.
Insistió en que la valoración prenatal dará la pauta para determinar las condiciones más favorables para el nacimiento: si se detecta que la madre es hipertensa, el bebé es demasiado grande para que nazca vía vaginal, trae el condón enredado o viene en mala posición, lo mejor es practicar una cesárea para disminuir el riesgo de complicaciones.
Sin embargo, comentó que en ocasiones este tipo de eventos son inesperados y hacen que se complique el parto. Ante esa situación, el centro hospitalario debe contar con un equipo de gineco-obstetricia conformado por un pediatra o neonatólogo capacitado en reanimación pulmonar para ayudar al bebé y así disminuir el daño neuronal.
Destacó que la parálisis cerebral también se puede presentar por malformaciones cerebrales, infecciones como el toxoplasma -transmitida por los gatos- o enfermedades infecto-contagiosas como la rubéola.
Indicó que la recuperación de estos pacientes dependerá del daño cerebral, el cual se identifica después de los tres meses de vida, y es ahí donde la rehabilitación temprana juega un papel muy importante, pues mientras más rápida sea mejores resultados se obtendrán.
Finalmente, informó que en el Servicio de Neurología de este hospital la parálisis cerebral ocupa el tercer lugar como causa de consulta.