El autismo es un síndrome conductual que afecta al sistema nervioso, el desarrollo social, lenguaje, imaginación y con esto la vida familiar. Acciones como aislarse, caminar en círculos, reír sin motivo aparente, balancearse al estar sentado, aplaudir, no fijar la mirada en los ojos, entre otras más, identifican a las personas autistas.
Para éste tipo de trastornos la Delegación Estado de México Poniente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través del área de Psiquiatría del Hospital General Regional (HGR) No. 220, recomienda a los padres no dejar de estimular a los niños que padecen autismo, ya que de esto va a depender su desarrollo e integración en el entorno, evitando así sufrir una fuerte crisis de ansiedad.
Este síndrome se manifiesta antes de los primeros treinta meses de edad, cuando el bebé tiene una reacción indiferente a lo que está viviendo, sin embargo, suele confundirse con la pérdida de la audición y el habla, ya que estos se quedan mirando fijamente hacia un punto y no les prestan atención a las personas u objetos que se les acercan.
La principal manifestación que presenta una persona con autismo es la dificultad y la timidez que tienen desde etapas tempranas para relacionarse normalmente con otros sujetos, además de dudar frecuentemente a enfrentarse con las situaciones cotidianas que se le presentan y de no sentir interés alguno por el mundo exterior.
El doctor Luis Sergio Ponce Guadarrama, especialista en Psiquiatría del HGR No. 220, menciona que el autismo se puede tratar en pacientes funcionales y no funcionales; los primeros son capaces de adaptarse a situaciones cotidianas de forma normal, sus limitaciones corresponden a una escasa habilidad de percibir los sentimientos de quienes los rodean y por lo tanto una indiferencia al responder.
Los pacientes no funcionales pueden acentuar alteraciones de conducta ante cambios de lugar y relaciones con personas nuevas; sus rutinas son limitadas y presentan cierto rechazo al aprender, además tienen severas dificultades para seguir las reglas sociales, como son el despedirse, saludar, respetar los objetos de los demás, entre otras.
Así mismo, precisó que actualmente las personas autistas pueden integrarse a un sistema escolarizado, es decir, una vez diagnosticado el problema, los niños pueden manifestar un buen desempeño dentro de las escuelas, aunque su dinámica no sea similar a las de los demás niños, ya que ellos sólo dirigen su atención a quienes desean, sin la necesidad de platicar o convivir con alguien más.
Es importante mencionar que cada persona autista tiene cualidades que lo identifican y por lo general son tratables; para ello, esta Delegación cuenta con programas especializados que dan seguimiento a las personas afectadas, a fin de promover el bienestar social entre los pacientes y sus familias.
El tratamiento debe ser multidisciplinario, es decir, contar con el apoyo y supervisión de diversos especialistas como son psicólogos clínicos o educativos, neuropediatras, terapeutas del lenguaje, maestras de educación especial y psiquiatras especializados en infantes (paidosiquiatras).
Los autistas, requieren de una atención especializada y personalizada enfocada en las siguientes áreas: Terapias Remedial Conductual, la cual, ayuda en la modificación de conductas, integración familiar, escolar y social; Tratamiento Farmacológico, este se prescribe sólo cuando existe hiperactividad e impulsividad; y Terapias de Lenguaje, enfocado a desarrollar habilidades comunicativas y lingüísticas que le permitan al menor expresar y comprender mejor el lenguaje, ayudándole a integrarse a su entorno.
Con acciones como ésta, la Delegación Estado de México Poniente del Seguro Social, reafirma su compromiso de seguir brindando atención médica profesional a sus derechohabientes de manera oportuna, ya que de esto va a depender el desarrollo y adaptabilidad del autista al entorno social.
Así mismo, hace un atento llamado a los padres de familia para no abandonar los tratamientos y seguir una a una las recomendaciones de los especialistas.