Especialistas del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, desarrollaron un método no invasivo a partir de sesiones cortas con campos electromagnéticos para aminorar la rigidez muscular causada por el mal del Parkinson.
La investigación se realizó en el laboratorio de René Drucker Colín y es parte de la tesis doctoral de Nadia González la cual se publicará en el Journal of Neurology una de las revistas más importantes sobre neurología a nivel internacional.
La terapia consiste en someter al paciente a sesiones de media hora por cinco días al mes en las cuales se le coloca en la parte frontal de la cabeza una bobina que genera el estímulo electromagnético. Con el apoyo de resonancias magnéticas, antes y después de la terapia, se traza un mapa de la actividad cerebral. Tras haber recibido el tratamiento se observa una mejora en la actividad del núcleo caudado (región del cerebro relacionada con el movimiento) ya que los campos eléctricos aumentan la conectividad neuronal.
El Parkinson es una enfermedad que no sólo afecta la capacidad motora del paciente pues también incluye problemas cognitivos, de sueño, olfato y de toma de decisiones. Cuando una persona lo padece sus neuronas trabajan de manera sincronizada lo cual ocasiona pautas como rigidez, temblor y dificultades para moverse. Para combatirlo debe romperse con está sincronía explicó González.