Factores genéticos intervienen para adquirir una adicción.

La adicción es un problema complejo, ya que se estima que 50% de la vulnerabilidad de ser adicto es hereditaria, sin embargo también hay factores sociales adversos durante la niñez o la adolescencia que incrementan el riesgo de consumir algún tipo de droga legal o ilegal, afirmó Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos.

Al dictar la conferencia %u201CEl cerebro adicto%u201D, en los Institutos Nacionales de Cancerología y de Enfermedades Respiratorias, la especialista destacó que estudios recientes han permitido identificar factores genéticos que influyen tanto para potencializar la acción de experimentar con drogas como para adquirir la adicción.

%u201CHay personas que tienen mayor susceptibilidad para adquirir una adicción, al contrario de otras que aunque sean consumidoras habituales nunca la adquieren%u201D, precisó.

También ahora, comentó, se conoce que los factores sociales adversos durante la niñez o adolescencia como es el abuso emocional, físico, sexual, abandono o disfunción familiar, aumentan el riesgo de adquirir una adicción.

Lo anterior, dijo es una hallazgo muy importante, porque hasta el momento los factores genéticos no se logran modificar, pero sí los agentes sociales y es precisamente ahí donde se tiene una gran oportunidad de prevención contra las adicciones.

Ante la comunidad médica de los institutos de salud, informó que las adicciones se consideran una enfermedad del desarrollo, ya que a diferencia del cáncer, Parkinson o Alzheimer, que ocurren después de los 50 años, las adicciones se presentan durante la juventud y en algunos casos desde la niñez.

Lo anterior destacó, indica que la adolescencia es la etapa más vulnerable tanto para experimentar con drogas como para adquirir una adicción y a menor edad de inicio de consumo, mayor el riesgo de que el individuo sea vuelva adicto.

Algunos de los factores que aumentan la susceptibilidad del adolescente a la adicción es la falta de madurez de su cerebro, lo que lleva a cometer actos impulsivos, además de que sus emociones son más intensas, y esto se traduce en un mayor riesgo de consumir algún tipo de drogas. 

También son más vulnerables porque el cerebro tiene mayor plasticidad, lo cual facilita el aprendizaje, pero también los efectos de las drogas pasan más rápido, de ahí que se vuelvan adictos.

Esta evidencia científica indica que las estrategias de prevención deben estar dirigidas a los niños y adolescentes, indicó.

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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