Dormir muy poco sería un signo, o hasta una causa, de los trastornos emocionales, la ansiedad y los pensamientos suicidas en la población adolescentes, según indica estudio
Tras analizar los hábitos de sueño de casi 12.000 adolescentes de 11 países europeos, los autores hallaron que un estudiante con pensamientos suicidas dormiría unos 36 minutos menos por noche que sus pares sin ese trastorno.
En los adolescentes con problemas emocionales graves, esa pérdida sería de unos 30 minutos por noche.
“No es un efecto tan grande”, dijo por e-mail la autora principal, Laura Mandelli, profesora asistente de psiquiatría de la Universidad de Boloña, Italia.
Y su equipo no pudo determinar si entre los patrones de sueño y los trastornos mentales observaron existía una relación causa-efecto. Otros estudios habían asociado la falta de sueño en los adolescentes con muchos efectos negativos, como la presión alta.
Varias investigaciones demuestran que los adolescentes se duermen tarde.
Estudios previos habían hallado también que los adolescentes necesitan dormir entre ocho horas y media y nueve horas por noche. En la nueva investigación, los adolescentes dormían unas ocho horas.
El equipo de Mandelli indagó cuántas horas dormían los participantes durante la semana escolar (de lunes a viernes) y si sentían alguna preocupación o pasaban largos períodos solos.
“La cantidad de datos es impresionante y es muy difícil lograrla para estudios de este tipo”, dijo Kwang-Sig Lee, de la Facultad de Medicina de Yonsei University, Seúl, y que no participó de la nueva investigación.
“Confirma hallazgos previos, aunque no aporta nada nuevo () Los 11 países participantes poseen distintos climas y características socioculturales, lo que dificulta generalizar los resultados.”
En el estudio, los adolescentes franceses eran los que menos horas dormían y los adolescentes de Irlanda eran los que más horas dormían.
El rango horario más amplio se observó en los participantes de Israel, que dormían entre menos de seis horas y nueve horas y media por noche, según publica el equipo en Sleep Medicine.
“Hay que estudiar cómo aumentar la cantidad de horas que duermen los adolescentes”, dijo la doctora Iris F. Litt, directora del Centro para el Estudio Avanzado de Ciencias de la Conducta de Stanford University, California.
Aclaró que el diseño del estudio “no permite concluir cuál es la causa de la pérdida de horas de sueño”.
Litt es una de las pioneras en el campo de la medicina adolescentes y no participó del nuevo estudio.