Comer cinco o más raciones de verduras y frutas frescas diariamente, además de evitar el sobrepeso, permite que el organismo obtenga una importante cantidad de antioxidantes que ayudan a neutralizar moléculas inestables del cuerpo (radicales libres), que dañan órganos y están relacionados con diversas enfermedades como la diabetes, cataratas e incluso Alzheimer.
María Concepción Domínguez Correa, Coordinadora de Nutrición y Dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Poniente, explicó que todas las verduras y frutas cuando son frescas contienen antioxidantes y brindan diferentes beneficios.
Destacó que es preferible consumir estos alimentos de temporada, ya que además de ser económicos, se aprovechan al máximo sus propiedades. Dos frutas ricas en antioxidantes y muy populares, son la granada roja y los arándanos, además de las mandarinas, naranjas, limones, guayabas y otros cítricos, que se pueden conseguir prácticamente todo el año.
“La falta de antioxidantes en el cuerpo, señaló la nutrióloga, provoca la aparición de radicales libres, moléculas inestables en el cuerpo a las que les falta un electrón y necesitan recuperarlo; para ello, lo sustraen de otra molécula, lo que desencadena reacciones dañinas para las células, después a los tejidos, órganos y finalmente pueden causar enfermedades crónicas degenerativas”.
Indicó que los radicales libres aparecen por mala alimentación, estrés, falta de descanso, fumar, consumo de bebidas alcohólicas, contaminación, entre otros factores y se les relaciona con padecimientos en el cerebro y sistema nervioso (Alzheimer, Parkinson, distrofia muscular y esclerosis múltiple).
También son relacionados con el corazón y sistema cardiovascular (cardiomiopatía alcohólica, ateroesclerosis), ojo (cataratas, degeneración macular, retinopatía del prematuro), piel (quemaduras, dermatitis de contacto), riñón (síndromes autoinmunes renales, nefrotoxicidad por metales pesados, necesidad de hemodiálisis o trasplante), tracto gastrointestinal (daño hepático y pancreatitis), tracto respiratorio (enfisema, hiperoxia, asma y fibrosis quística).
Domínguez Correa puntualizó que los antioxidantes en el organismo tienen la función de neutralizar los radicales libres, combatir las señales de envejecimiento prematuro, apoyar la circulación sanguínea, ayudar en el control de niveles saludables de colesterol y contribuir a la movilidad adecuada de las articulaciones; además, algunos tienen la capacidad de disminuir la velocidad con que se desarrollan los vasos capilares que alimentan los tumores y de inhibir el crecimiento de células pre-malignas.
Aunado a la ingesta de antioxidantes, la especialista del IMSS enfatizó la importancia de realizar al menos tres comidas principales al día en horarios regulares y no dejar pasar más de seis horas sin comer, así como preparar alimentos al vapor, asados, a la plancha, cocidos o al horno y beber de seis a ocho vasos de agua.