Por: Dr. Stephen Whiteside, Psiquiatra y Psicólogo de Mayo Clinic.
Sanamente.mx.– Cuando los niños viven experiencias perturbadoras, pueden tener pesadillas acerca de esa vivencia y manifestar que nunca más quieren ponerse en esa situación. Si su niño o niña estuvo en un vuelo con mucha turbulencia, por ejemplo, puede que le diga casi a diario que nunca más volará en avión.
Esta situación no es rara. Es común que los niños desarrollen temores, especialmente en respuesta a una experiencia angustiosa. Sin embargo, es su deber como padres y madres ayudarle a calmar sus temores y conseguir ayuda profesional en caso que sea necesario.
Hay varias medidas que se pueden tomar en casa para ayudarles a entender mejor lo que pasó y familiarizarse con sus temores. A medida que eso ocurra, probablemente el temor se vuelva menos abrumador y, aunque no desaparezca completamente, los pequeños podrán controlarlo con mayor eficacia.
Primero: mientras trabaje con su hija o hijo para ayudarle a controlar el temor, mantenga la calma y la motivación. Haga que toda la interacción relacionada con ese tema sea cálida y de apoyo, dejándole saber que usted le quiere y que desea ayudarle.
Segundo: Debe tranquilizarle respecto a que lo que le ocurre es algo normal. Todos sentimos temor por algo y no hay nada malo en temer una situación que en algún momento anterior nos asustó. Es perfectamente comprensible sentir temor a volar cuando se ha tenido una mala experiencia en un avión; sin embargo, eso no significa que uno tenga que evitar la situación, pues hay maneras de reducir el temor.
Una buena manera de ayudar a controlar los temores es obteniendo más información acerca de su causa. A fin de ayudar a su hija o hijo a hacerlo, bríndele información básica sobre la seguridad general de los viajes en avión. Recurra a fuentes confiables que pueda leer o a las que pueda remitirse. No le diga simplemente “volar es seguro, no te preocupes”, porque a menos que usted sea piloto o experta en aviación, su palabra probablemente no sea suficiente para tranquilizarla por el momento. Además, instrúyale acerca de lo que es la turbulencia y sus causas. Entender por qué ocurre algo puede hacerlo más predecible y comprensible, además de menos atemorizante.
Luego ayúdele a sentir menos ansiedad cuando piense en volar al enfrentar sus temores, en lugar de evitarlos. Procure encontrar videos sobre la turbulencia y véalos usted primero, a fin de verificar que son adecuados para su hija o hijo, y luego muéstreselos. Véanlos juntos una y otra vez hasta que se vuelvan aburridos. Ese tipo de exposición a una situación atemorizante dentro de un ambiente seguro puede gradualmente reducir la ansiedad sobre la situación en general.
Puede adoptar el mismo método con las pesadillas que pueda estar teniendo. Pídale que le cuente en detalle esos sueños perturbadores y luego, hágale escribir todo lo que pueda recordar al respecto. Revise los detalles y háblele sobre esos sueños hasta que ya no susciten una respuesta de temor.
Al examinar y entender mejor lo que les atemoriza, usted ayuda a sus hijos a ver que sí son capaces de controlar sus temores. Pese a que eso tal vez no desaparezca completamente el temor. Puede que su hija o hijo se siga sintiendo incomodo al subir a un avión, porque el miedo a volar seguirá ahí, pero tomar estas medidas le permite ayudarle a disminuir el poder que el temor tiene sobre ella o él.
Si pese a intentar con estás técnicas, no logra que sus pequeños superen el temor, considere hacer una cita con un psicólogo experimentado en niños y adolescentes con problemas de ansiedad.