Es necesario fortalecer las acciones dirigidas a prevenir y atender el consumo de alcohol en estudiantes, a través de servicios médicos o psicológicos, señaló el investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” (INPRFM), Raúl Martín del Campo.
En el foro “Alcohol, violencia y familia”, subrayó que no es la solución dar de baja de las instituciones educativas a las y los estudiantes que presentan alcoholismo, ya que al ser expulsados aumenta su problema de consumo.
El especialista en Psiquiatría dio a conocer que datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 (Ensanut) Continua https://bit.ly/Ensanut2022 que aplicó el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señalan que, quienes no estudian, presentan niveles más altos de consumo de bebidas alcohólicas que quienes sí acuden a la escuela.
Los resultados de los tres mil 500 cuestionarios aplicados a adolescentes de entre 10 y 19 años y 11 mil 913 a personas mayores de 20 años, como parte de la Ensanut 2022, revelaron que los estudiantes de nivel superior son quienes más consumen alcohol, en comparación con los de secundaria y preparatoria.
Añadió que la Ensanut también indica que las personas de ingresos altos consumen más alcohol que quienes son de ingreso medio y bajo; esto, debido a las condiciones sociales y de asequibilidad.
Los adolescentes varones tienden a ingerir más bebidas alcohólicas que las mujeres; no obstante, las mujeres tienen más riesgo de dependencia debido a situaciones sociales y biológicas. Asimismo, en ellas se ha encontrado más asociación entre depresión y consumo excesivo de alcohol.
Detalló que 66.3 por ciento de las y los mexicanos son abstemios o consumidores moderados y 27.6 por ciento ingiere bebidas alcohólicas de forma excesiva, por lo que deben fortalecerse las acciones de psicoeducación. Además, 2.2 por ciento tiene dependencia y necesita ayuda especializada.
En el simposio, la investigadora del INSP, Nancy López Olmedo, presentó hallazgos del Informe sobre la situación mundial del alcohol y la salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) https://bit.ly/4fG6hMs, que muestra la carga de enfermedad (años de vida ajustados por discapacidad-AVAD) y muertes atribuibles al consumo de alcohol.
El reporte revela que el consumo de alcohol contribuyó con 2.6 millones de muertes (4.7 por ciento del total de muertes) y 115.9 millones de AVAD (4.6 por ciento del total de AVAD) en 2019.
Las condiciones de salud que más contribuyeron a las muertes atribuibles al consumo de alcohol fueron enfermedades no transmisibles (del tracto digestivo, neoplasias malignas y enfermedades cardiovasculares) y lesiones no intencionales.
Las condiciones que más contribuyeron a la carga de enfermedad fueron las lesiones no intencionales, enfermedades del tracto digestivo (cirrosis hepática y pancreatitis), desórdenes en el consumo de alcohol y enfermedades transmisibles.
Detalló que se observaron diferencias por sexo, edad y región. Las principales causas de muerte atribuibles al consumo de alcohol en hombres fueron enfermedades del tracto digestivo, lesiones no intencionales y neoplasias malignas; en mujeres fueron enfermedades cardiovasculares, digestivas y lesiones no intencionales.
Dijo que el informe también reveló que las personas de 20 a 39 años se ven más afectadas por el consumo de alcohol: 13.0 por ciento de las muertes en este grupo de edad fueron atribuidas esta causa; en hombres de la región de las Américas alcanzó 23 por ciento.
Finalmente, las lesiones intencionales contribuyeron con más muertes y carga de enfermedad atribuibles al consumo de alcohol en las Américas, en comparación con otras regiones.
Las personas que deseen más información u orientación gratuita por consumo de alcohol pueden establecer contacto con Conasama, que cuenta con 341 Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones www.bit.ly/3soKYLs, o llamar al número telefónico de la Línea de la Vida, 800 911 2000.
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