Los problemas familiares son el principal detonante de este padecimiento.
La atención médica de la depresión y la ansiedad, síntomas característicos de la respuesta emocional al estrés, representa el 12 por ciento de la demanda de consulta psiquiátrica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuya población más vulnerable es la femenina; con una incidencia de dos mujeres por cada hombre, desde la etapa adolescente hasta la de adulto mayor.
En conferencia de medios, los médicos psiquiatras de la Unidad de Medicina Familiar número 10 del IMSS, Jesús Ocampo Castañeda y Miguel Ángel Zamora Olvera, informaron que durante un protocolo de investigación realizado con 102 pacientes psiquiátricos, se identificó que los problemas familiares son el principal detonante de estrés que desencadena las alteraciones emocionales en el marco de los problemas psicosociales.
De acuerdo con los resultados que arrojó el estudio practicado con derechohabientes de nueve Clínicas de Adscripción y cuatro Hospitales Generales de Zona, con atención previa por Médico Familiar, el 97 por ciento fue diagnosticado con depresión y 90 por ciento con ansiedad.
De las 102 personas investigadas, 72 por ciento reportó una alteración emocional en situación prolongada; esto es, de seis a 12 meses de prevalencia en el caso de problemas duraderos, mientras para el 28 por ciento restante fue breve, es decir, el trastorno se pudo superar en un plazo no mayor a tres meses.
El doctor Ocampo Castañeda explicó que es en el entorno familiar donde ocurren discusiones frecuentes que conllevan a episodios de violencia, fricciones, ofensas, insultos, rompimiento de la pareja, separación, divorcio, afectación emocional a los hijos, deterioro económico y problemas de vivienda.
Los llamados estresores, considerados factores de riesgo, pueden ser leves, moderados, graves y catastróficos. En el estudio mencionado se encontró que, ante este tipo de problemas, el 31.9 por ciento de los pacientes tuvo un índice grave; 24.9 por ciento registró grado extremo; 2.2 por ciento se ubicó en un nivel catastrófico y el 8.3 por ciento fue en término leve.
Especialistas del Seguro Social revelan que este fenómeno ocurre frecuentemente en los extremos de la vida, aunque también es evidente en personas que viven procesos de transición como el climaterio o personas recién jubiladas. En algunos casos este trastorno puede complicarse con adicciones como el alcoholismo, consumo de drogas, tabaquismo y conductas anti sociales.
El estrés forma parte del funcionamiento natural de nuestro organismo, se manifiesta a través de alteraciones del estado de ánimo con diferente intensidad, desde mantenernos en alerta, a la expectativa, tener irritabilidad y llegar a la depresión en grado extremo. Los síntomas físicos pueden ser sudoración de manos, aumento de la frecuencia cardiaca, sensación de opresión en el pecho, temblor fino en extremidades y tensión muscular, entre otros.
En su oportunidad, el doctor Zamora dijo que además de los riesgos para la salud emocional del paciente, también pueden incidir en la salud física; como hipertensión arterial, angina de pecho, infartos, diabetes, disfunción digestiva, hiperlipidemia y alteraciones en el sistema inmunológico.
Los médicos del Instituto brindan atención especializada con altos estándares de eficiencia para los pacientes que tienen alteraciones emocionales, como en el caso de Marcela, de 93 años de edad, diagnosticada con trastorno emocional por problemas familiares, abandono y pérdida de su casa, pero quien, a tres años de tratamiento, tiene una nueva perspectiva de vida.
Martha es otra paciente del IMSS cuyo caso es exitoso, pues superó la violencia intrafamiliar que sufrió; adicción y hasta intentos de suicidio. Ahora está más tranquila y con una mejor calidad de vida.
Tags Neuro.mx Pulmon.mx Sanamente.mx Tabaquismo
También te puede interesar
Actipulse Neuroscience revoluciona el tratamiento de la depresión en América Latina
Actipulse Neuroscience, líder en tecnologías de estimulación cerebral no invasiva, anuncia su compromiso para ampliar …