“El país vive una verdadera transformación del modelo de atención a la salud mental y adicciones, ya que sustituye el enfoque basado en la estigmatización y la prohibición, por uno que se sustenta en el humanismo, la evidencia científica y los derechos humanos” afirmó el integrante de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), Gady Zabicky Sirot.
En el seminario sobre prevención de adicciones, como parte de las actividades conmemorativas del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, señaló que las estrategias basadas en la reducción de riesgos y daños —producto del consumo de sustancias psicoactivas— son fundamentales en este proceso de transformación.
La transformación del modelo de salud mental y adicciones comenzó desde 2019 y recientemente consolidó sus esfuerzos con la creación de la Conasama, instancia que coordina el trabajo institucional para atender la salud mental y prevenir las adicciones poniendo en el centro los derechos de todas las personas.
El integrante la Conasama, Hugo González Cantú, expuso que la reducción de riesgos y daños es una política de salud pública que busca superar el enfoque prohibicionista y atender los problemas del consumo de sustancias desde la protección de los factores que hay en torno al consumo, como la comunidad y la familia.
Subrayó que las estrategias de prohibición tienen consecuencias negativas, como la creación de un mercado negro criminal, el desplazamiento de personas y el alejamiento de los usuarios de los servicios de atención. En tanto, el enfoque impulsado desde el gobierno federal pretende apuntalar la prevención y que las personas se acerquen a los servicios de atención, sean consumidoras o que no quieran dejar de consumir.
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La integrante de la Conasama, Fany Pineda Mirada, presentó la Intervención de alcance comunitario a través de un autobús llamado Iapabús, el cual se traslada hacia diferentes lugares de la Ciudad de México para difundir información y brindar atención en sus dos consultorios.
El Iapabús contribuye a disminuir la brecha de atención al llegar a las comunidades donde las personas no suelen acudir a los centros de salud; reciben atención y, en su caso, se canalizan a alguno de los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones.
Tanto el Iapabús como los Centros Comunitarios forman parte de una gran red de atención que, junto a hospitales generales y clínicas, han realizado dos millones de detecciones oportunas de riesgo psicosocial y brindado tratamiento a 305 mil personas. “Es la primera vez que se implementa una estrategia de reducción de riesgos y daños como parte de gobierno”, explicó la Fany Pineda.
La integrante de la Conasama, María Elizabeth Arteaga Sánchez, presentó la Guía de consejo breve para consumidores de sustancias psicoactivas, con enfoque de reducción de riesgos y daños. El documento proporciona al personal de salud herramientas técnicas, clínicas y metodológicas, para motivar el cambio en las personas consumidoras de sustancias psicoactivas.
Al seminario también acudieron la representante del Proyecto Socioambiental Río Tijuana, de la asociación civil Colegio de la Frontera Norte, Alhelí Calderón Villarreal, y la académica de la Universidad de Texas, Julia Lechuga, quienes expusieron intervenciones comunitarias exitosas en materia de reducción de riesgos y daños.
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